Comienza el campeonato del humo en Fórmula 1: todos tienen el mejor motor de 2026

Un punto bastante interesante de la Fórmula 1 clásica es la forma que tenían los equipos de medirse los unos a los otros sin necesidad de medir los tiempos, cuando apenas existían herramientas de espionaje. Y es que todo dio una vuelta de tuerca cuando los trazados se llenaron de cámaras térmicas que daban pista sobre el funcionamiento interno, y sobre todo cuando los ingenieros aprendieron a medir la potencia de un motor… con un micrófono.

Espiando a la competencia
 
Un episodio fascinante de la ingeniería, sin duda, pero si Ferrari probaba su nuevo motor en Fiorano, con equipos de medición relativamente sencillo se podía estimar las revoluciones alcanzadas y con ello la potencia del nuevo motor que los italianos estaban construyendo. Es decir, había cierta manera de saber cómo de grande era el salto que daba alguien.

Con el cese paulatino de los test, esta forma de medirse ha caído en picado. Se pasó entonces a los ‘pubs’. El lugar donde relajarse tras un duro día de trabajo, donde te podías encontrar gente de tu tierra con la compartir vivencias, y donde todos querían presumir de lo suyo, a sabiendas de que esas interioridades no debían ser contadas. “Tenemos un 10% más de potencia que el año pasado”. “Tenemos 300 puntos más de carga aerodinámica”. Quién sabe si aquello era verdad o mentira, pero así nacían mucho de los rumores que acaban en prensa durante el invierno, y que para bien o para mal, cuando comenzaba la temporada, nadie recordaba.

Y luego está 2026. No existe nada de lo anterior, porque ni tan siquiera te puedes comparar con los datos de 2025. Cualquier estimación realizada por cualquier equipo es en base a nada. Nuestro motor va muy bien. ¿Bien respecto a qué? ¿Respecto a quién? Completamente imposible de saber, porque por muy bien que vaya la hoja del trabajo del equipo A, no tienen forma humana de saber cómo les va al equipo B. Y ni que decir tiene el C y el D.

Es una obviedad tan expuesta que uno podría esperar que esta sea la temporada en la que por fin dejen de aparecer los campeones de invierno. Esos flautistas de Hamelin vendiendo humo, afirmando ser “mejor”, o tener algo “prometedor”… pero quizás es demasiado pedir, a pesar de la pretemporada tan extremadamente corta que se presupone.

Rumorología y palabras vacías
 
Ya hay rumores de lo bien que va Mercedes. ¿Por qué? Pues porque en 2014 fueron muy bien. La lógica es aplastante, desde luego. Lo contrario con Red Bull, que con menos experiencia construyendo motores, se le atribuyen todos los problemas del mundo. También está Honda, que dependiendo del día, todo va viento en popa, o todo son problemas. ¿La realidad? Nadie lo sabe. Ni tan siquiera la FIA, que se dedica a recopilar los datos de los equipos.

Así que sí, hasta la primera jornada de test conjuntos en abierto, en la que el espectador se pueda comenzar a crear una idea de quién ha hecho un mejor trabajo invernal, recuerden que nadie sabe nada, simplemente, porque no tiene un rival con quién compararse. Lo diga Pierre Waché, Toto Wolff o el Sursuncorda.

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