Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1

El Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 es una de esas citas casi tan antiguas como la propia categoría, con un bue número de diferentes sedes, siendo Watkins Glen el circuito de referencia por muchos años hasta que en el 2000 el trazado rutero de Indianápolis acogiera una cita que había estado ausente del calendario casi una década.

Sin embargo, la carrera nunca tuvo la popularidad de la Indycar o la NASCAR, y la polémica de 2005 con una carrera con solo seis coches asestó un duro golpe del que el circuito no se pudo recuperar, no renovando un contrato que acababa en 2007.

No fue hasta 2012 cuando la F1 volvería a Estados Unidos, pero esta vez a un lugar muy diferente. A Texas, a un lugar sureño con mucha afluencia de público latino donde se esperaba que la categoría tuviera mejor acogida.

El Circuito de las Américas tuvo una gran acogida tanto por el público local como por el espectador. Un trazado repleto de curvas enlazadas de alta dificultad y unos cambios de rasante que le daban una imagen muy interesante, aliñado todo con una larga recta.

Este año COTA celebra su duodécima edición con un Gran Premio al Sprint en plena batalla McLaren - Red Bull tanto por el campeonato de constructores como, más interesante, por el de pilotos, donde Max Verstappen no se puede permitir ningún fallo una vez sabe que no puede luchar contra los monoplazas naranjas.

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